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Desde una mirada transdiciplinaria libro de Núcleo TESES aborda problemas de conservación de bosques nativos

+A través de la Editorial Springer, los profesores Felix Fuders de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas y Pablo Donoso, de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales, publicaron el ejemplar que reúne investigaciones y experiencias prácticas de autores de todo el mundo.

Después de tres años de investigación y trabajo de campo, recientemente fue publicado el Libro del Núcleo TESES de la UACh “Economía Ecológica y Estrategias de Conservación Forestal” a cargo del Dr. Félix Fuders del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, y del Dr. Pablo Donoso de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Austral de Chile.

A través de trece capítulos, la edición -que ve la luz gracias a prestigiosa Editorial Springer- reúne las propuestas de distintos investigadores alrededor del mundo, quienes plantean estrategias para mejorar la resiliencia y la conservación de los bosques de América del Sur, así como también entregan una mirada transdisciplinaria para el levantamiento de políticas públicas y territoriales que puedan mejorar el estado de conservación de los bosques nativos y su convivencia con las comunidades locales.

Según explica el Dr. Felix Fuders “el trabajo fue llevado a cabo por miembros del núcleo de investigación TESES y busca ser un aporte verdaderamente transdisciplinario en torno a la conservación de bosques. La transdisciplinariedad se concibe como la capacidad de los investigadores de varias disciplinas y partes interesadas para definir conjuntamente un problema y buscar soluciones, lo que requiere una mente abierta y un esfuerzo para comprender las perspectivas de otros. Es un concepto relativamente nuevo y uno de sus fundadores fue nuestro querido ex colega Manfred Max-Neef, quien en uno de sus artículos hoy más citados, denominado “Foundations of Transdisciplinarity” (Ecological Economics Journal, 2005) describe con claridad la idea de la transdisciplina y por qué muchos problemas actuales requieren una perspectiva transdisciplinaria para su solución”.

En ese sentido, Dr. Fuders señaló que “uno de los principales enfoques de ese libro es la Economía Ecológica, que es una rama de la ciencia transdisciplinaria que combina la economía con la ecología. Esta publicación va más allá y también introduce a la ingeniería agraria, la sociología e, incluso, la filosofía. Cada capítulo trata de ser en sí mismo transdisciplinario, y ese enfoque convierte al libro en una contribución única para proteger los servicios ecosistémicos y hacer el manejo de los recursos naturales más sostenibles, lo cual beneficia a las comunidades locales y a la sociedad en su conjunto. En mi opinión, no es exagerado decir que logramos publicar un trabajo que es pionero en ese sentido, que refuerza la posición líder que nuestra Universidad posee en el ámbito de la economía ecológica, y que contribuye a visualizar que los problemas de conservación de los bosques son en definitiva multidimensionales, y como tales, requieren de soluciones transdisciplinarias. Creemos que es fundamental que más allá de los compartimentos cerrados que genera la organización en facultades separadas por disciplinas, es necesario que se avance en la conservación de los bosques mediante la construcción de estrategias sustentadas en la transdisciplina”, puntualizó el académico.

Por su parte, el Dr. Pablo Donoso H., destacó que “tal vez un aspecto ilustrativo del presente libro es lo que señala un capítulo en cuanto a que ha habido colapsos de civilizaciones enteras derivados de una crisis de percepción, es decir, una desconexión cognitiva de una cultura en específico con el contexto socio-ambiental desde el cual surgió. La crisis de conservación de los bosques obedece en definitiva a razonamientos (derivados de pensamientos, paradigmas, reflexiones) en torno al uso o destino de los bosques que han derivado en tomas de decisiones y resolución de problemas que han ido en contra de conservar los bosques”, explicó.

Además de estos diagnósticos, el libro muestra aproximaciones, experiencias y metodologías que buscan aportar a acciones y decisiones futuras que contribuyan a conservar, en su sentido amplio, los bosques nativos.

El prof. Donoso, quien  es responsable de un capítulo y las conclusiones, además de ser coautor del primer capítulo sobre transdisciplina que lidera el académico  UACh, Alfredo Erlwein, explica que los estudios de casos que se presentan en el libro dirigidos por académicos, abordan temas de planificación territorial, conflictos sobre tenencia de la tierra en comunidades Huilliche, y desafíos de la conservación de bosques en matrices de plantaciones, áreas silvestres y tierras campesinas, con énfasis en el caso del territorio de Llancahue, cerca de la ciudad de Valdivia. “También existen dos capítulos focalizados en desafíos de gobernanza, uno en particular en Chile -liderado por mí- que dimensiona el rol y los desafíos asociados tanto a bosques nativos como a plantaciones, y otro referente a un estudio comparativo de la gobernanza de bosques en Chile y Brasil”, agregó.

Cabe mencionar que la edición incluye contribuciones de investigadores de distintos países, dentro de los cuales destaca Joshua Farley quien es un autor altamente reconocido en el ámbito de la economía ecológica. Desde la UACh, también participa el Dr. Alfredo Erlwein, miembro de TESES y académico del Instituto de Ingeniería Agraria y Suelos de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias; el director del Instituto de Economía de Facea, Dr. Roberto Pastén, además de miembros del Centro de Investigación Transdisciplinaria para Estrategias Sociales y Ecológicas para el Manejo Forestal Sostenible en América del Sur, de la Universidad Austral de Chile.

Quienes quieran acceder al libro, pueden hacerlo a través de Editorial Springer, dando click en el siguiente ENLACE.

Escrito por: Loreto Rojas T./Paulina López

Fuente: https://diario.uach.cl

UACh y Cumbre Social por la Acción Climática

+El Dr. Alfredo Erlwein participó de este evento.

Tras la Cumbre climática COP25 efectuada en Madrid, es necesario destacar los eventos realizados en nuestro país como fue la Cumbre Social por la Acción Climática, organizada por la Sociedad Civil por la Acción Climática (SCAC), una plataforma que reúne a más de 130 organizaciones del mundo ambiental, movimientos territoriales, colegios profesionales, sindicatos, organizaciones políticas y académicas (https://www.porlaaccionclimatica.cl/).

En efecto, dado el traslado de la COP a Madrid, la Cumbre Social por la Acción Climática tomo relevancia, pues se constituyó en una de las pocas instancias de discusión técnica y debate público paralelo a la COP en nuestro país. Al respecto, se estableció una sección completa dedicada a la ciencia, a través de la participación del Comité Científico para la COP del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Es así como el Dr. Alfredo Erlwein, académico Instituto de Ingeniería Agraria y Suelos de la Universidad Austral de Chile y miembro del Comité Científico, encabezó dos presentaciones en la mencionada Cumbre, realizada en Santiago.

El docente es parte del Núcleo Transdisciplinario en Estrategias Socio-Ecológicas para la Sostenibilidad de los Bosques Australes (TESES). En ese marco presentó la exposición sobre “Identificación de superficies potenciales de bosque nativo para el incremento de secuestro de carbono”, relativo a un estudio del mismo nombre que se viene realizando hace casi un año para el apoyo en la elaboración de Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC), que son los compromisos en materia de mitigación que compromete el país ante la Convención de Cambio Climático de la ONU.

“Fue un workshop bastante técnico, contamos con el apoyo de académicos de la Facultad de Ciencias de la universidad, así como de otras Universidades Asociada. Tuvo una buena acogida”, relató el Dr. Erlwein.

Manifestó que el marco de la COP, el país debe comprometerse en materia del secuestro de carbono, para ello a través de Sistemas de Información Geográfica se identificaron superficies susceptibles de ser forestadas, restauradas y manejadas en forma sustentable. En ese ámbito, investigadores de distintas Facultades que participaron de este estudio están elaborando un reporte que entregarán a las autoridades correspondientes.

Por otra parte, el académico es parte del Colectivo Constitución Ecosocial para Chile (UACh-Valdivia), una agrupación conformada principalmente por académicos UACh de distintas Facultades. En ese marco encabezó del Workshop titulado “Hacia un nuevo modelo- Hacia una Constitución Eco-Social: Urgencia de una economía ecológico-regenerativa para la nueva Constitución”.

Explicó en ese ámbito que “esta visión nace de la visión de Manfred Max-Neef, y establece que no es viable satisfacer las demandas surgidas a partir del estallido social que vive el país, a partir de la expansión del actual modelo extractivista, pues los recursos naturales asociados o bien ya no están disponibles, o sus procesos productivos dejan importantes pasivos ambientales que hipotecan el desarrollo futuro. Se trata de optar por una economía con base en la ciencia ambiental.”

Fuente: http://agrarias.uach.cl

Cumbre Social por la Acción Climática: BOSQUES

¡Transmitimos lo mejor de la Cumbre Social por la Acción Climática! Repasamos los temas claves del evento alternativo a la COP25, desarrollado por la Sociedad Civil por la Acción Climática (SCAC) en el Centro Cultural Tío Lalo Parra, Cerrillos. Para ello, la periodista Bárbara Tupper conversó con Ezio Costa (ONG FIMA), Patricio Segura (Codesa Aysén) y Alfredo Erlwein (Núcleo Teses) sobre la relevancia de la biodiversidad y de ecosistemas como los bosques en este contexto de crisis climática.

Fuente: Ladera Sur

¿Qué hacer con los bosques nativos de Chile?

Columna de opinión del Prof. del Instituto de Bosques y Sociedad de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales, UACh, Pablo Donoso H..

*Leer columna en La Tercera.

En medio del debate político sobre la Ley del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, surge con mayor intensidad la pregunta sobre qué hacer con los bosques nativos de Chile. ¿Es necesario restringir su manejo como se ha publicado en algunos medios? Si bien estas propuestas pueden ser bien intencionadas, cometen un error.

Chile posee 3 millones de hectáreas (ha) de plantaciones de eucalipto y pinos, en torno a las cuales funciona la industria maderera y celulosa. Pero, por otro lado, cuenta con 14 millones de ha de bosque nativo. De acuerdo con una estimación reciente, una superficie significativa de aproximadamente 4 millones de ha de dicho bosque nativo tiene un alto potencial de manejo, entendiendo que un correcto manejo de bosques genera una serie de beneficios. Algunos de ellos relacionados con servicios ecosistémicos, como el incremento de agua en caudales.

Otro rol fundamental cumple en la restauración de bosques degradados, e incluso, el buen manejo puede ayudar al aumento de biodiversidad en los bosques.

Manejar el bosque significa intervenirlo a través de distintas técnicas, que implican sacar o cosechar árboles, con la idea de que su cubierta siga presente en función de generar madera, a veces fibra, o en el sur de Chile, leña.

La tendencia hoy en Norteamérica, Europa, algunas zonas de Asia y Oceanía, es el manejo de cubierta continua, es decir, la antítesis de la tala rasa, y ésa es la forma que quienes trabajamos en esta línea queremos promover, hacer intervenciones parciales en estos bosques que permitan a sus propietarios manejarlos para la generación de madera, fibra y también provisión de recursos ecosistémicos.

En un escenario de cambio climático como el actual, corremos el riesgo de que sin manejo muchos bosques se deterioren en su biodiversidad e incluso en su extensión. El canelo, por ejemplo, es una especie común en Valdivia que requiere de mucha humedad, pero debido a que esta ciudad en pocos años tendría el clima de Temuco, algunas especies podrían desaparecer, propiciando la llegada de otras.

Eso puede evitarse si se manejan los bosques, permitiendo que especies como el canelo puedan continuar su permanencia en bosques donde hay más agua en el suelo gracias a dicho manejo. Por lo tanto, el manejo también puede ayudar a que los bosques se adapten a nuevas condiciones que serán gatilladas especialmente por el cambio climático y además porque la sociedad seguirá requiriendo bienes.

Chile consume 6 millones de m3 de leña, una cantidad muy alta, y ojalá pudiéramos sacarla del bosque nativo mediante manejo. Lo peor que podemos hacer es dejar que esa cantidad de leña salga de los bosques a través de cortas ilegales, o incluso a través de técnicas de gente muy bien intencionada, pero que no está manejando bosques, sino que en alguna medida lo está degradando y deteriorando.

Los bosques nativos chilenos son increíblemente productivos a nivel mundial, además de diversos. Es por ello que no tenemos por qué perder la oportunidad de promover el manejo, el buen manejo de aquellas 3 ó 4 millones de ha para beneficio de la sociedad e incluso para un potencial beneficio para los propios bosques.

Fuente: https://diario.uach.cl

Hablando de…: ¿Cómo cuidar los bosques nativos en Chile?

Pablo Donoso, doctor en manejo de ecosistemas forestales, conversó en “Hablando de…” sobre cómo cuidar los bosques nativos de nuestro país y los daños que está provocando el sector industrial. Además comentó los riesgos de los distintos focos de incendios que se han registrado en la Amazonas.

Fuente: https://www.cooperativa.cl

Manejo de los bosques para la mitigación y adaptación al cambio climático

Columna de opinión de los académicos y socios de la Agraupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) Pablo Donoso, Universidad Austral de Chile (UACh); Álvaro Promis, Universidad de Chile; y Daniel Soto, Universidad de Aysén.

*Leer columna en El Mostrador.

La discusión en el congreso de la República sobre el proyecto de Ley del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP) ha despertado pasiones y ha generado declaraciones que ilustran un notable desconocimiento de nuestros bosques nativos y de los objetivos del manejo de los bosques en general. Dicho desconocimiento se refleja en planteamientos de varios parlamentarios, y también de profesionales que son en lo profundo opositores al manejo de los bosques.

El “manejo activo” de los bosques tiene una serie de beneficios aparte de producir madera. Manejar los bosques no sólo persigue fines antropogénicos como señala una columna en este mismo medio. De hecho, dos de los ecólogos forestales más destacados del mundo, Jerry Franklin (EE.UU.) y David Lindenmayer (Australia), en su libro Hacia la Sustentabilidad Forestal (Towards Forest Sustainability), publicado el año 2003, señalan que el manejo activo de los bosques tiene relevancia para acelerar la restauración de hábitats, para reducir la biomasa (combustible) en bosques con altas densidades de árboles y disminuir las posibilidades de incendios catastróficos, y para controlar los efectos de especies invasoras. El manejo también permite disminuir el estrés hídrico creciente en los bosques de regiones con disminución de precipitaciones por el cambio climático, así como al menos sostener los caudales de los cursos de agua. El manejo correctamente implementado puede aumentar la vitalidad de los árboles y la captura de carbono atmosférico, así como dinamizar y estimular los ciclos y funciones ecológicas de los bosques. El siglo 21 es de emergencia climática, y quien piense que los bosques no van a sufrir los embates de los impactos actuales y venideros, simplemente no entiende el funcionamiento de los ecosistemas forestales.

El manejo de los bosques nativos con fines de producción de madera o biomasa también sigue siendo fundamental. Este manejo se puede hacer concurrentemente con un incremento los servicios ecosistémicos, lo que hemos probado en bosques nativos de Chile (ver https://www.youtube.com/watch?v=IVAFmj7aYVE&t=278s). Esto se puede lograr debido a que el manejo de los bosques puede mantener o facilitar a recuperar los atributos principales de éstos: su biodiversidad, su estructura y sus funciones. Además, el uso creciente de madera en la construcción es considerado una excelente opción para el ambiente ya que así se almacena el carbono atmosférico y se aporta a mitigar el cambio climático. Obviamente, es necesario que haya bosques no manejados con el fin de que evolucionen naturalmente, y para ello las áreas protegidas deben responder a criterios de representatividad de los distintos ecosistemas de un país y a un adecuado ordenamiento territorial.

Quienes escribimos este artículo somos académicos de facultades que impartimos docencia en ingeniería forestal y generamos conocimiento a partir de investigaciones en ciencias forestales en Santiago, Valdivia y Coyhaique, es decir desde el corazón de bosques nativos mediterráneos, de la selva Valdiviana, y de los bosques patagónicos, respectivamente. Cada uno de estos tres macroecosistemas en la actualidad sometido a perturbaciones de origen antrópico o climático. Los bosques mediterráneos están sufriendo los embates de la megasequía de la zona central, con incendios más grandes y recurrentes y, constates presiones para modificar el uso del suelo hacia un uso inmobiliario o agrícola; los de la selva Valdiviana están siendo sometidos a cortas periódicas (muchas ilegales) que van acompañadas de ramoneo por parte de ganado vacuno, que están cambiando la composición y biodiversidad natural de estos bosques hacia especies que son menos palatables; los bosques de lenga de la Patagonia están sufriendo severos embates de epidemias de insectos y también los efectos del ganado y de las cortas ilegales. La biodiversidad, la estructura y las funciones de estos bosques pueden cambiar. En todos ellos es urgente implementar medidas de gobernanza que permitan revertir los daños y cambios que en ellos están ocurriendo, y esa gobernanza incluye el manejo para tener bosques de mayor capacidad adaptativa a estas perturbaciones, y para que las personas que viven en el territorio puedan encontrar valor a la mantención de ellos en el tiempo.

El tema no es si acaso los bosques han sobrevivido sin intervención humana. El tema es que los humanos hemos impactado severamente los ecosistemas forestales (y el planeta en general) con el cambio de uso de suelo por el crecimiento urbano, la habilitación de tierras agrícolas (ambas causas de deforestación), y con la degradación de bosques en general, y que estos impactos junto a la quema de combustibles fósiles ahora están generando cambios dramáticos en el clima, lo cual a su vez afectará a los bosques. En este escenario de cambios, el manejo activo con base científica de los bosques nativos es fundamental para mantener y asegurar su diversidad, su productividad y su resiliencia y capacidad adaptativa, así como para lograr el bienestar de los seres humanos urbanos y rurales en tiempos de emergencia climática.

Fuente: https://diario.uach.cl
Escrito por: Loreto Rojas

Científicos de Chile y el mundo buscan impulsar método más eficaz en manejo de bosques

+Durante un congreso científico, organizado por la IUFRO (International union of Forest Research Organizations), la Universidad Austral de Chile y la Universidad de Aysén, se presentaron distintas experiencias del mundo en la práctica de la silvicultura multietánea. Algunas de las ventajas de esta aproximación silvicultural son un mayor secuestro de carbono, un aumento de la biodiversidad, una mayor heterogeneidad de los bosques y del paisaje, y por lo tanto mayores bienes y servicios desde los ecosistemas forestales gestionados.

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Investigadores y profesionales de todo el mundo se reunirán en Congreso enfocado al bosque y el agua

+La invitación es para asistir a la 5° Conferencia IUFRO en Bosques y Agua en un Medio Ambiente de Cambios y al 2° Congreso Latinoamericano de Bosques y Agua desde el 5 al 8 de noviembre.

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Presentan estudios que aportan a la rehabilitación y manejo del bosque nativo

+Los académicos Pablo Donoso H., de la Universidad Austral de Chile; y Celso Navarro de la Universidad Católica de Temuco,  presentaron los resultados de dos proyectos del Fondo de Investigación del Bosque Nativo de CONAF.

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